miércoles, 20 de febrero de 2019

¡Justicia! ¡Paz!

Nuestro precioso planeta, lleno de vida, ha estado cumpliendo su función de albergar y nutrir a la humanidad desde que esta está sobre su suelo. También sufre La Tierra dolores de parto para que se manifiesten en ella los justos. Entonces habrá Justicia en cada rincón y la gente podrá decir que "hay paz y seguridad" como anunciaron los profetas. ¿De dónde saco yo esta información? Del libro más precioso que contiene toda la información necesaria para transitar por el Camino de la Salvación en Cristo: La Biblia.

Algunos creen tener derecho a usurpar el terreno de otros para abastecer a su población. Mientras en unos territorios hay millones de obesos en otros la desnutrición se carga a miles. Mientras unos nadan en la abundancia, otros no tienen ni lo suficiente para alcanzar la dignidad. Y tanto unos como otros comparten el mismo almacén de recursos; recursos que creen inagotables.

Hubo un día en el cual un hombre fue encontrado por Dios porque se distinguía del resto por ser justo. A este Dios le encargó un arduo trabajo: construir un lugar de refugio para escapar del juicio que venía a toda la humanidad. Así que construyó un arca y se salvó él y su familia.

Hoy en día también hay un refugio para escapar del juicio que viene. Ese refugio es Cristo. En Él se encuentran los justos de la Tierra, los que han decidido trabajar por la PAZ.

¡Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados "hijos de Dios"!