lunes, 25 de febrero de 2019

Los esenios y las vasijas de Qumram


¿Sabes quiénes eran los esenios que guardaron las Sagradas Escrituras halladas en Qumran?


¿Quiénes fueron estos personajes o familias que decidieron ir en contra de las leyes romanas y partieron lejos de la sociedad queriendo rescatar los textos sagrados para impedir que se perdieran?

Tal vez el temor de perder sus orígenes que se hallaban en relación a una amistad de su antepasado Abraham con el Eterno, el Creador. Esos escritos eran demasiado importantes como para dejarlos en manos de unos romanos invasores, o en manos de unos fariseos contaminados que sólo deseaban mantener viva la religión judía, pero no el fervor ardiente de la relación con un Dios exigente y amoroso. Dicen que uno de estos osados valientes podría haber sido Juan el Bautista, primo de Jesús de Nazaret. Podríamos estar hablando de los esenios:

“Esenios: Nombre de una secta judía en Palestina durante la época de Cristo. No se mencionan en el N.T. Eran ascetas que practicaban la comunidad de bienes, generalmente rechazaban el matrimonio, se negaban a ir al templo a adorar y le atribuían gran importancia al estudio de las Escrituras. Muchos eruditos le atribuyen a la comunidad de los esenios los Rollos del Mar Muerto descubiertos en 1947”[1].
“El movimiento esenio parece haber nacido de una contestación del sacerdocio, considerado ilegítimo, de los soberanos Asmoneos. Hasta el hallazgo de los manuscritos de Qumrán, este movimiento era conocido únicamente por los testimonios de Filón, Flavio Josefo y Plinio el Viejo. Las indicaciones que dan estos autores sobre las creencias y ritos de los esenios han sido precisadas y completadas por los descubrimientos arqueológicos de Qumrán (manuscritos y restos de un monasterio de la secta). La mayor parte de los especialistas admiten que el movimiento esenio influyó en el cristianismo primitivo”[2]. Estos autores sitúan a esta secta judía entre el siglo II a. C. y el siglo I d. J. C.




[1] Diccionario bíblico ilustrado Holman. Pág. 569.
[2] Enciclopedia Larousse 2000.


 “Los sacerdotes del templo que debió haber formado el corazón de la comunidad de Qumrán dejaron Jerusalén hacia el 150 antes de Cristo. Creyeron que el templo, centro de la vida y el culto judío había sido corrompido por la influencia de la cultura griega. Se llevaron consigo al desierto los escritos y rituales que creyeron podían abrir el camino a un Israel renovado, incluyendo un proyecto extraordinario para la creación de un nuevo templo. Y cada miembro que salió de la casa de la separación, que salió de la ciudad sagrada y se apoyó en Dios (al tiempo que Israel pecaba y profanaba el templo) deberá regocijarse y su corazón deberá ser más fuerte y deberá prevalecer sobre los hijos de la tierra.                Se establecieron en una meseta cercana al Mar Muerto. Un lugar desde el que podían preparar el camino del Señor restableciendo el verdadero Israel. Tras un período de confusión emergió un gran líder a quien los rollos se refieren como el maestro de la rectitud. Durante 20 años estuvieron como hombres ciegos buscando a tientas el camino y Dios les envió un maestro de la rectitud para guiarlos en el camino de su corazón. Bajo su dirección los discípulos dedicaron sus vidas a la producción, recolección y estudio de la gran biblioteca de manuscritos y la congregación deberá velar en comunidad 1/3 de cada noche del año para leer el libro y estudiar conjuntamente”[1].
 “Ideológicamente eran judíos. De hecho, estaban viviendo en la era postbíblica y creo que algunas de las dificultades que tenemos para llegar a comprenderlos en su totalidad se debe a que tienen un pie en una era y el otro pie en otra era”[2]. Al parecer observaban costumbres higiénicas y de orden que no eran practicadas en aquella época, por ejemplo, sentarse en sillas a comer, comer cada uno en su plato, el sistema de desagües…
Minuto 26: “Las largas horas de estudio y discusión, de disciplina y purificación,  sólo eran un preludio para el restablecimiento del verdadero Israel y la construcción del gran templo de Jerusalén”[3].
“Los miembros de la comunidad de Qumrán esperaban con ansia la gran batalla final en el fin de los tiempos entre los hijos de la luz y los hijos de la oscuridad con las huestes del cielo luchando de su lado. Los elegidos de Dios debían conseguir la victoria final sobre sus enemigos. Pero el futuro no trajo lo que esperaban. Mientras el ejército romano marchaba hacia el sur desde Jericó en su guerra contra los judíos, los esenios buscaron en las cuevas cercanas a Qumrán protección para la preciosa biblioteca de rollos. Los rollos fueron depositados rápidamente en jarrones de arcilla y las entradas de las cuevas fueron tapiadas desde el exterior”.
“La biblioteca de rollos estaba a salvo pero los hombres que la escondieron no volvieron jamás. Los romanos torturaron, masacraron y dispersaron a la gente del nuevo pacto. Su  sueño fue aniquilado”.



[1] Minuto 21 y siguientes  del documental de Discóvery Chanel  Los Rollos del Mar Muerto: Chanelhttps://www.youtube.com/watch?v=kQJREjCG_k4
[2] Minuto 25: Shamanyahu Talmon (Hebrew University): Los rollos del Mar Muerto.
[3] Minuto 26.

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